El jugar siempre tiene un fin en sí mismo.
Pero, en ocasiones, es preciso estimular a los pequeños a hacerlo.
El juego senso-perceptivo, el juego motriz y por sobre todo el juego
simbólico-dramático les permite comprender lo que los rodea.
Todo espacio es pedagógico si la intención de los Docentes es que
los estudiantes logren el aprendizaje,
disfrutando, compartiendo con los demás y
respetando reglas sociales básicas.
Será la sala de clase, el patio de la escuela, el comedor escola
o ampliando el horizonte, el Museo de los Niños
en el Barrio del Abasto en Ciudad de Buenos Aires.
¡¡¡Felicitaciones Profesora Natalia Abraham por la propuesta!!!
Lic. Silvia Lobo